Una vez que en las oficinas de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha concluido la elección de permisos de pesca para la temporada que se inicia el 7 de abril, llaman la atención el gran número de permisos sobrantes que estarán dispuestos para los pescadores a lo largo de toda la campaña. Tan solo el coto de Sardonedo, en el río Órbigo, ha agotado todas las fechas para pescar con muerte. Prácticamente agotados han quedado también los cotos del Condado I en el Porma y de Villafeliz en el Luna. Este último acotado tiene fechas libres para el mes de abril.

Además de los permisos con muerte, dos por pescador, los solicitantes pueden pedir permisos sin muerte. En este apartado puede decirse que todos han podido elegir lo que han querido y que todavía el número de sobrantes es mucho mayor. Desde hace algunos años el número de solicitudes se viene manteniendo e incluso ha sufrido una leve reducción. Esto se debe a la dificultad que supone participar en un proceso que culminará, tras un sorteo, en la elección con varios meses de antelación.

El resultado de la elección es firme independientemente de las condiciones en las que venga el río en las fechas elegidas. Además de los riesgos producidos por la climatología, difíciles de prever, se han dado situaciones excepcionales, como obras en los cauces o desembalses de choque. Estos riesgos hacen que muchos pescadores prefieran pedir el coto con unos días de antelación o, incluso, el mismo día, aunque para ello tenga que haber permisos sobrantes.

Pero es sin duda el incremento en el precio de los permisos de pesca, que se ha duplicado en un año, la mayor causa disuasoria. El precio del permiso con muerte ha pasado a valer 20 ¤ una cifra que, en tiempos de crisis, ha hecho desistir a muchos aficionados que, por otro lado, disponen de abundantes tramos libres aunque tengan que luchar contra la masificación de los mismos. Quienes pescan sin muerte también disponen, además de los tramos libres ordinarios, tramos libres sin muerte en todos los ríos de León, alguno de los cuales conserva todavía abundantes «pintonas».

La subida de precios que ha perjudicado seriamente a los pescadores locales, puede ser positiva, sin embargo, para el turismo. Un vasco, catalán o madrileño, que venga a pescar a León, debe disponer ya de entrada de un buen presupuesto para gastar en el viaje, hostelería o gastronomía. Añadir 20 ¤ con la garantía de disponer de un buen acotado, puede resultar un aliciente más.